Ir al contenido principal

Nos mataron por amarnos

Esa noche iba a ser especial, por fin teníamos una noche para nosotras.
Decidí invitarte a cenar en un lugar con encanto (dentro de lo encantador que puede ser Orlando!), comida española por supuesto, para recordar de donde venimos y sonreír juntas.
Durante la cena, incluso el camarero entró a formar parte de ese aura de felicidad que desprendíamos, risas, carcajadas, secretitos, guiños... y sobretodo mucho amor.
El deseo como siempre acudía a nosotras, pero esa noche era especial, queríamos reir, bailar y compartir con los demás nuestra felicidad, porque eso éramos dos personas felices.
Mientras decidíamos si nos íbamos a casa a unir nuestros deseos o salíamos a bailar un rato, pudimos sentir en nuestras nucas la mirada de las otras personas que estaban en el restaurante,.
Seguramente, muchas no entenderían nuestra relación, nos denominarían "raras" o murmurarían "que asco!", pero nosotras estábamos convencidas de que en este planeta o mundo muchas personas entendían que el amor no entiende de sexos...
Finalmente, con nuestro estómago lleno, cogimos un taxi rumbo a una discoteca "Pulse" era su nombre y unos amigos gays nos la habían pintado muy bien.
Llegamos por fin!!
Que bella te veías bailando!! Yo bailaba sin dejar de admirar tu maravilloso cuerpo mientras pensaba lo orgullosa que estaba de haber salido aquel día de mi Barcelona natal para vivir mi amor junto a ti.
Y así iban pasando las horas...
De pronto escuché algo parecido a un petardo, como los de San Juan pero a lo bestia, pensé que se trataba de algún espectáculo que se celebraba esa noche allí.
En cuestión de segundos, miré a mi alrededor y mis ojos solo veían personas en el suelo y sangre.
Mi instinto me hizo abrazarte, protegerte... y de pronto los petardos llegaron a nosotras.
No sé si tú oíste mi último suspiro, yo sí escuché el tuyo... En unos segundos sentí como mis ojos se cerraban mirándote... Mirando a mi amor...
Alguien, sin pensar en nada, decidió convertir nuestro día especial en una despedida eterna...
Lo que esa persona nunca llegaría a saber, aquello que tú y yo sabíamos bien...Nunca sabría lo que es AMAR.
La Bitxa

Comentarios

Entradas populares de este blog

Querida Botella...

Querida botella... Te has convertido en la inseparable amiga de alguien que buscaba amistad. Le has creado una fantasía, que cada noche desaparece al alejarte de él. Como amante, eres ese deseo irrefrenable que nadie puede detener. Querida botella... Sabes que él no te abandona y juegas a jugar con su vida porque tienes ese poder. Si fueras humana... si fueras humana no te gustaría tener a alguien a tus pies, arrastrándose, muriendo por ti. Querida botella... Si yo tuviera tu poder... le devolvería su cordura y le robaría, este, su maldito querer.

La Sensibilidad de una roca

Siempre pensé que ser sensible era una virtud y de hecho aún me cuesta creer que no lo sea o que me cueste tanto convivir con ella. No se ni cuando empezé a dejarla de lado, a esconderla...no se cuando decidí ser roca... Pasé de ser una llorona,una risueña,una soñadora,una aventurera a ser un personaje que pretende ser feliz buscando un mundo perfecto y haciendo de su dia a dia un reto contra la forna natural que tiene la vida de girar. Creí aprender aquello que mi padre me enseñó: en esta vida no todo va a ser como tu quieras que sea... Con el tiempo mi propósito siempre ha sido romper con esa frase, porque no va a ser como yo quiero que sea? Pues simplemente porque no soy Dios ni tengo poderes mágicos ni nada parecido sino todo lo contrario, soy una persona más. Es complicado ser roca,pero más complicado es creerte tu misma que lo eres, cuando por dentro te estás deshaciendo y solo eres una fina arena. Muchas veces, me encantaria que mis amistades y familiares tuvieran una espe

Sonrisa

Sonríe, sonríe para mi y sonríe para ti. Sonríe, sonríe para aquell@s que perdieron por el camino su sonrisa y por aquell@s que hoy ya no pueden sonreír. Sonríe, porque no cuesta dinero, porque no haces daño, porque tienes ganas, porque sana... Sonríe, aunque después llores, aunque no tengas ganas, aunque te cueste... Sonríe...amig@ mí@ porque tu sonrisa fue aquello que me hizo no querer nunca, dejar de sonreír. La Bitxa Imagen cedida por: Mónica Penninkhof