Querida botella... Te has convertido en la inseparable amiga de alguien que buscaba amistad. Le has creado una fantasía, que cada noche desaparece al alejarte de él. Como amante, eres ese deseo irrefrenable que nadie puede detener. Querida botella... Sabes que él no te abandona y juegas a jugar con su vida porque tienes ese poder. Si fueras humana... si fueras humana no te gustaría tener a alguien a tus pies, arrastrándose, muriendo por ti. Querida botella... Si yo tuviera tu poder... le devolvería su cordura y le robaría, este, su maldito querer.
Un sueño de una niña, hecho realidad a su manera... Una manera de conocer aquello que todos pensamos pero es tan bonito que no florece en palabras sino en letras...