"Pasa un buen día patilla"... Esas fueron las últimas palabras que escuché de ti mi querido Rospo, aquella mañana del día 15 de Febrero quien nos iba a decir que ya no íbamos a charlar nunca más... Tenías tos, y recuerdo que te dije cuídate... Me cuesta ahora creer que esa tos acabo quizás con lo que tu más valorabas tu propia vida. Pasadas las horas, yo siempre estresada para variar, quise contactar contigo y no recibí respuesta... Pensé que dormías ya que era algo que te encantaba, no me equivoqué estabas dormido... Un sueño largo del cual no ibas a despertar. Mi sexto sentido... Me hizo al cabo de 24 horas buscar en la maldita red tu nombre... No tengo palabras para escribir lo que sentí, algo parecido a la maldita NADA al insoportable MIEDO y a la tremenda RABIA unido todo al sentimiento que no logro combatir de echar de menos. Mañana hace dos meses que te fuiste, seguro que estas volando y viendo todos aquellos lugares tan bonitos que siempre contabas, seguro que es
Un sueño de una niña, hecho realidad a su manera... Una manera de conocer aquello que todos pensamos pero es tan bonito que no florece en palabras sino en letras...