Todavía tengo esa tentación de llamarte y contarte mis cosas y escuchar tus batallas y aprender de ti. Ahora escribo en este medio, quizás para no hablar sola o por el simple hecho de escribir. Digamos que escribo cartas al infinito esperando que lleguen a ti... Hoy no desperté bien, desperté por despertar y queriendo comerme el mundo... pero como siempre ni se por donde empezar. Y pensé en tus charlas, tus ejemplos que me hacian reflexionar,etc. Y me he dado cuenta que ya no estas aqui. Ahora, solo necesito mi propia soledad, porque la soledad externa la tengo y la que me provoca este medio también. Frente a frente se iran los miedos y volveré a sentir que valgo y puedo. Tu palmadita en la espalda la volveré a sentir mi gran amigo.
Un sueño de una niña, hecho realidad a su manera... Una manera de conocer aquello que todos pensamos pero es tan bonito que no florece en palabras sino en letras...